Hace justo una semana fuimos con Nicolás a pasar revista.
De momento seguimos yendo cada 2/3 meses para que la Doctora pueda ir viendo la evolución de sus linfocitos y de las inmunoglobulinas que ya produce por sí mismo desde hace un año.
Es importante que produzca niveles "normales" sobre todo porque va al cole y allí los virus van que vuelan de niño a niño.
La prueba de fuego fue el año pasado en la guardería. Qué mal lo pasamos al principio sobre todo. Yo creo que veía microbios por todos lados, con la misma cara de los de "Erase una vez la vida". Además coincidió que, también en septiembre, la Doctora tomó la decisión de quitarnos las gammas inyectables, con lo que Nicolás empezó la guarde a pelo: sin gammas y sin vacunas.
Pero el curso pasó sin mayor contratiempo que un par de otitis y una bronquitis (que es a lo que antes llamábamos "tos perruna").
Y este año, que ya va al cole de mayores y que está a puntito de acabar el calendario vacunal, esperemos que sea al menos tan bueno como el anterior.
Y la Doctora encantada de verle y nosotros de verla a ella. Y a Mariona. A Isabel. A Gemma. Con ellas vivimos parte del encierro y ahora es bonito conocerlas en libertad.
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