martes, 17 de abril de 2012

Un poquito de todo

Ya estamos a mediados de abril, y retomo el blog con fuerzas renovadas, después de estas últimas semanas casi casi perfectas, con el justo punto de descanso, alegrías, planes y aire puro.
Después de lo de Cambrils vino nuestro aniversario de boda, el San Patricio de hace cinco años ya, y fue como entonces: un día radiante, con sol, comida y buena compañía, con unas 145 personas menos pero con 1 personita más. Una semana después fue la Maratón, y desde aquí agradecer a J.M. y a B. por su seguimiento y sus consejos impagables (no os asustéis que yo no la corrí, sólo hice de mensajera). Por supuesto llevamos a Nicolás a verla y se pasó un buen rato bailando con los tambores en medio de la calle, ajeno a la expectación que estaba generando.
También tuvimos nuestra dosis de buenas noticias: más primitas de Nicolás en camino, una que ya ha nacido y dos que están por nacer, y damos también la bienvenida a Elia a la que tenemos muchas ganas de conocer.
Después nos fuimos al pueblo, para tomarnos nuestro tiempo, relajarnos y respirar, y menudo frío, pero cualquiera deja a Nicolás en casa sin salir. Allí corrió, saltó, chilló, saltó charcos, comió, se metió en la casita de la plaza, jugó al pilla pilla en el frontón con Ioena, Ana María y "su" Olaia, probó a ir en bici, persiguió gallinas, se asustó con un perro, paseó con sus yayos, y con sus tíos, chutó el balón y llamó a David, ah y a Peeepe.
Qué gustazo pasar allí unos días.
Y la semana pasada, ya en casa, me encontré con unas amigas a las que no veía hacía muchísimo tiempo, en particular una de ellas que vive en Madrid. De vez en cuando qué bien viene una salidita nocturna, bailables incluidos, hasta las tantas.
Así que tras este mini-break ya no tengo excusa para volver a escribiros de vez en cuando sobre las andanzas de nuestro Nicolás. Pero hoy no....ma-ña-na.
Besos

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