jueves, 3 de enero de 2013

Ho ho ho


Ho ho ho! Ya llegó Papá Noel y a los niños buenos les dejó un montón de sorpresas e ilusión a manos llenas.
Nicolás esa noche no quiso dormir en su cuarto yo creo que porque le daba respeto la idea de que un gordinflón barbudo vestido de rojo anduviera por la casa tan tranquilo, así que durmió con nosotros, y por la mañana se levantó corriendo para ir a ver lo que le había dejado bajo el árbol.
Qué de cosas. Dinosaurios. Golosinas. Un coche de Cars. Un calendario, también de Cars.
Luego nos llamaron los yayos que fuéramos corriendo, que en la ventana del cuarto de Nicolás también había aparecido una caja envuelta que ponía “Para Nicolás”.
Desde luego cómo se sabe el bueno de Papá Noel las cosas, y dónde hay que dejarlas.
Y oh sorpresa: ¡era el maletín de médico!
Le gusta tanto que desde entonces cada noche duerme con algo del maletín, ayer por ejemplo con el termómetro, no me preguntéis por qué, imagino que los seis meses de hospital le han marcado de algún modo ;-)


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