lunes, 7 de enero de 2013

Navidades 2012, album de fotos



Agradecimientos: a Sandro y al resto de tropa del Circo, a los tickets restaurant a punto de caducar, al burdeos de "pedrea"y al Sajazarra, al Papa Noel y al Cartero Real de los grandes almacenes, a las cabalgatas de los barrios, a la Hermandad Rociera y al ambulatorio, a Paco del Espanyol, a su hijo y a sus olivas, al whatsap en Nochevieja, a las bodegas centenarias de la "terra", a los vermuts, al besugo, al cine de los ex-, a Mickey Mouse, a los pajes Zoraida y Raúl, a las felicitaciones hechas a mano y venidas de lejos, a la petitekunkun y familia, a la nueva badalonesa en camino, a la lotería que nos une, a los de Elche que nos los pedimos para Reyes, a las bisabuelas, pero sobre todo sobre todo a los yayos de Nicolás que son únicos.

jueves, 3 de enero de 2013

En unas Navidades de hace ya 4 años...

Creo que ya os he comentado alguna vez que ésta es la cuarta Navidad de Nicolás, y la tercera que pasamos en casa con él y sin contratiempos. 
Su primera Navidad la vivimos en una cámara de aislamiento del Hospital de Sant Pau y es inevitable volver a pensar en aquellos tiempos tan difíciles y recordar cómo pasábamos estos días festivos, ahora que las Navidades parecen ya otra cosa.

Lo bueno: las decoraciones de los pasillos y las salas, la guirnaldita que pusimos a la entrada de la segunda puerta de la habitación, el aire festivo del personal, las visitas de Papá Noel y Baltasar, las de los jugadores del Barça con su séquito de prensa pero con su indudable buena voluntad, y sobre todo las visitas de los amigos y el cariño de nuestra gente que no se apartaba de nuestro lado y nos mantenía entretenidos y al corriente de todo lo que ocurría más allá de aquellas paredes blancas.




Pero también las dudas, los análisis que no acababan, el sentimiento de impotencia de no saber cuándo podrías ver a tu hijo fuera de allí y libre de todo eso, las comidas navideñas más bien agridulces en casa de mis padres por no saber cuándo nos darían el alta, y de nuevo la fiebre en Nochevieja y la extracción del culpable: el catéter, los linfos T que se hacían los remolones, y sobre todo el miedo y la soledad de las noches en el hospital en la época más hogareña del año.

Pero todo eso va quedando cada vez más atrás, y cada Navidad fuera con Nicolás es más y más bonita.

Ho ho ho


Ho ho ho! Ya llegó Papá Noel y a los niños buenos les dejó un montón de sorpresas e ilusión a manos llenas.
Nicolás esa noche no quiso dormir en su cuarto yo creo que porque le daba respeto la idea de que un gordinflón barbudo vestido de rojo anduviera por la casa tan tranquilo, así que durmió con nosotros, y por la mañana se levantó corriendo para ir a ver lo que le había dejado bajo el árbol.
Qué de cosas. Dinosaurios. Golosinas. Un coche de Cars. Un calendario, también de Cars.
Luego nos llamaron los yayos que fuéramos corriendo, que en la ventana del cuarto de Nicolás también había aparecido una caja envuelta que ponía “Para Nicolás”.
Desde luego cómo se sabe el bueno de Papá Noel las cosas, y dónde hay que dejarlas.
Y oh sorpresa: ¡era el maletín de médico!
Le gusta tanto que desde entonces cada noche duerme con algo del maletín, ayer por ejemplo con el termómetro, no me preguntéis por qué, imagino que los seis meses de hospital le han marcado de algún modo ;-)